El tomate es un alimento nutritivo y refrescante que, por su sabor y bajo precio, forma parte de la dieta de la mayoría de los españoles, sobre todo en verano. Es una planta perteneciente a la familia de las solanáceas originaria de México y cultivada en todo el mundo por su fruto comestible.
Redondo, pera, cereza o ‘cherry’, en rama, de Montserrat, raf, rambo, kumato,… todas estas variedades comparten las mismas propiedades nutritivas: son una fuente de potasio, fósforo y magnesio –necesarios para la actividad normal de nervios y músculos. Nos aporta importantes cantidades de vitaminas B1, B2, B5, E, C y A, betacaroteno o pro-vitamina A.
El tomate apenas contiene grasas. Esta característica, unida a su poder diurético, lo convierte en un aliado de excepción en las dietas de adelgazamiento y de control de peso. Crudo, frito, cocido, en salsa, en zumo o en un gazpacho, hay innumerables formas de comerlo.
Hay que destacar que es un excelente antioxidante, defensor de las paredes celulares de los tejidos y piel, además de depurador de productos tóxicos. Investigaciones recientes muestran su capacidad de prevención de enfermedades como el cáncer gracias a una sustancia llamada licopeno.
En esta receta típica de Cordoba, el truco es tener un tomate maduro de excelente calidad, por lo demás es fácil de hacer, sana y muy sabrosa. Se la dedico a todos los cordobeses que conozco… Sonia, Cristina, Carlos, Patricia, Jose, Lorenzo,… ¡Me encanta el salmorejo!
